1600 voluntarios, más de 100 pieles y 2 meses tatuando para hacer algo increíble. Algo que marcará a todo el mundo de por vida: aquí tienes la primera animación hecha con tatuajes.
Ciudad de México, 25 de febrero (SinEmbargo/ El Huffington Post).- Todas las historias tienen una particularidad y la de este corto son sus protagonistas. Porque no son personas de carne y hueso, ni siquiera son animales reales, ni dibujos animados, ni creaciones hechas con plastilina… la historia de este cortometraje se cuenta con tatuajes. !Sí, sí, tatuajes auténticos, en pieles auténticas!
Hunt o be hunted (Cazar o ser cazado) es el título de este trabajo de escasos 60 segundos incluido dentro del nuevo anuncio de Jägermeister, una bebida alemana que ahora triunfa entre los jóvenes pero que en realidad tiene 80 años de historia. Su director es Ernest Desumbila, galardonado con el Bronze Cyber Cannes Lions en el último festival de cine de Cannes por la campaña There will be haters de Adidas y autor del spot ochentero Ibizious. «Me llamó la atención el proyecto porque era algo nuevo, que no se había hecho antes. Era mezclar dos mundos que aparentemente son muy similares pero que aparentemente son muy diferentes cuando los llevas a cabo», cuenta el director en el making of del corto.
¿Y cómo se hace un corto con tatuajes? Con tiempo, mucho tiempo. El director empezó a trabajar en esta producción el verano pasado y más de siete meses después lo ha presentado al público:el martes lo hizo en Madrid; el miércoles, en Barcelona y este jueves, en el perfil de Facebook de la bebida.
Lo primero fue hacer un casting, porque para esto también se necesita un proceso de selección, el de las pieles aspirantes a pintarse uno de los diseños que aparecen en el video. Después de los castings, que se hicieron en Madrid, Valencia y Barcelona, llegaron los tatuajes y las dificultades. No por los dibujos, que fueron realizados por el estudio Ondo Tattoo de Barcelona en noviembre y diciembre, sino por lo que eso supone para el rodaje. No había posibilidad de que se colase un frame borroso, porque ese frame iba a estar en la piel de una persona. «Hemos intentado que la animación fuera muy atractiva y que los frames fueran tatuables, que los pares en cualquier momento del vídeo y sea bonito», añade el director.
Para los tatuadores, la dificultad era que no había posibilidad de error: un pequeño fallo en el dibujo supondría un salto en la historia. Y en una historia de menos de un minuto eso se acaba notando. Aquí abajo puedes ver cómo se hizo el corto y arriba puedes verlo.